Hablar de innovación suena fácil. Todos queremos ser pioneros, hacer algo distinto, sorprender al mercado. Pero en mi experiencia, el verdadero desafío no es cambiar, sino cambiar con propósito, sin perder lo que nos hace únicos.
He aprendido que la innovación no debe borrar la esencia, sino potenciarla. Esa es la clave para que una marca evolucione sin romper su historia, para que avance sin perder la confianza de quienes la han acompañado desde el inicio.
El núcleo que nunca debe cambiar
Cada empresa tiene un principio que no puede negociarse. En el caso de Frigilux, ese principio siempre ha sido la calidad y la durabilidad de sus productos. Desde hace más de medio siglo, la marca ha innovado tecnológicamente, ha incorporado funciones inteligentes, materiales más eficientes y diseños modernos; pero lo que nunca ha cambiado es su compromiso con fabricar electrodomésticos que duren, que acompañen al hogar venezolano por años.
Lo mismo ocurre con Galería Avanti: una tienda puede crecer, remodelarse o integrar nuevas marcas, pero su propósito: crear una experiencia que eleve la forma de comprar en Venezuela, sigue siendo el mismo.
Innovar, entonces, parte de tener claridad en qué cosas nunca deben tocarse. Todo lo demás puede evolucionar.
Crear espacio para innovar sin desestabilizar
Cambiar no significa detener lo que funciona. En ambos negocios, hemos aprendido a probar, medir y ajustar antes de transformar por completo. Por ejemplo, en Galería Avanti, cuando introdujimos nuevas categorías o renovamos un piso, lo hicimos por etapas. Primero observamos el comportamiento del cliente, luego ampliamos la estrategia. Así, la innovación no fue una ruptura, sino una evolución natural.
En Frigilux ocurre algo similar: cada mejora tecnológica pasa por pruebas de eficiencia, consumo energético y durabilidad. No lanzamos algo solo porque está de moda, sino porque realmente aporta valor.
Innovar con disciplina permite crecer sin poner en riesgo la operación que sostiene a la empresa día a día.
Innovar mirando al cliente, no al competidor
Uno de los errores más comunes es innovar por presión: porque otros lo hacen. Pero el verdadero impulso debe venir del cliente.
En Avanti, cada decisión parte de escuchar y observar: qué buscan los venezolanos, cómo cambian sus hábitos, qué productos valoran más. Gracias a esa información, traemos marcas y artículos que realmente conectan con sus necesidades.
En Frigilux, el cliente también está en el centro. Incorporar tecnología de ahorro energético, controles digitales o sistemas de refrigeración más eficientes no fue una estrategia de moda, sino una respuesta a lo que el consumidor necesita hoy: economía, funcionalidad y confianza.
Innovar no es impresionar; es resolver mejor.
Un equipo que entiende el cambio
No hay innovación posible sin un equipo alineado. Por eso, en cada cambio —sea un nuevo producto o una remodelación en tienda—, la comunicación interna es clave.
Nos aseguramos de que todos comprendan por qué se hace, para qué se hace, y cómo los beneficiará. En Galería Avanti, por ejemplo, cada marca que se incorpora capacita a nuestros colaboradores. No se trata solo de vender, sino de conocer a fondo cada producto para guiar al cliente de forma profesional.
El cambio deja de generar resistencia cuando el equipo se siente parte de él. La innovación real empieza dentro.
Medir, aprender y corregir
Innovar no es hacer algo una vez y olvidarlo. Es un proceso constante de observación, mejora y ajuste.
En Frigilux, cada innovación tecnológica se monitorea de cerca: consumo, rendimiento, satisfacción. Lo mismo en Avanti, donde analizamos cómo responde el público a nuevos espacios o dinámicas. Si algo no funciona, se corrige rápido.
Esa flexibilidad es lo que mantiene viva a una organización. Innovar sin medir es improvisar, y eso es justo lo que queremos evitar.
Después de tantos años liderando proyectos distintos, entiendo que el secreto está en no perder el alma del negocio. Innovar sí, pero sin olvidar de dónde venimos. Evolucionar, pero con los pies en la tierra.
Tanto Frigilux como Galería Avanti son ejemplos de que se puede avanzar, crecer, modernizar y seguir siendo fiel a los valores que nos hicieron grandes: calidad, compromiso y confianza. Porque al final, la innovación más poderosa no es la que cambia todo, sino la que mejora lo esencial sin destruirlo. Te dejo 10 consejos prácticos para innovar sin perder la esencia de tu negocio.
10 consejos prácticos para innovar sin perder la esencia
- Define tu esencia desde el inicio. Clarifica qué valores y principios no cambiarán, sin importar el tiempo ni las tendencias.
- Escucha más de lo que imitas. Inspírate en el mercado, pero innova desde las necesidades reales de tus clientes.
- Evalúa cada innovación con datos. No decidas por intuición: mide impacto, retorno y satisfacción.
- Innova poco a poco. Implementa los cambios por fases para minimizar el riesgo y medir resultados.
- Capacita a tu equipo. Las personas deben entender y creer en la innovación antes de aplicarla.
- Cuida la coherencia visual y emocional. Moderniza tu marca sin perder la identidad que te distingue.
- Haz partícipe al cliente. Permítele sentir que también forma parte de la evolución de tu marca.
- Aprende del error sin miedo. No todo cambio será un acierto, pero cada intento deja aprendizaje.
- Comunica con transparencia. Explica los porqués del cambio: genera confianza y compromiso.
- Revisa periódicamente tu rumbo. A veces innovar también significa simplificar y volver a lo esencial.
Yaser Dagga – CEO de Galería Avanti y presidente de Frigilux Venezuela